Me as a Whole.

Me as a Whole.

domingo, 9 de agosto de 2015

Esperar

Maldita humanidad

Observar lo que me rodea, ha dejado de deleitarme tanto, como apreciar lo que imagino. Mezclarme con los de mi especie es cada día más repugnante, no son sus rostros, sus harapos o sus versos. 
Lo que me es desagradable, es parecerme por obligación a ellos, perder la unificencia, por que todos la desean, perder la razón por que todos la defecan, vestir con trapos de etiqueta cuya función no es cubrirme sino realzarme, colocarme, darme títulos o respeto.
El calzado, la forma de moldear el cabello e incluso tu postura al caminar, son solo una muestra de la escoria a la que mi especie es sometida por si misma.
Las miradas raras se fijan en mi persona, y en la de aquellos que intentamos apartarnos de su mugrosa moral, de su apestosa "política", de su agresiva tempestad.
La insaciable sed de ser concebido como alguien, vuelve locos a los cuerdos, y a los locos los convence más la realidad, esa en que mueres a pesar de creerse trascendente o inmortal.
Esperar sentado, rodeado de la especie a la que pertenezco, es asqueroso, quizá me he convertido en el ser escatologico que siempre temí, mismo que jamas logre ver en las variables.
Ser seducido día a día por esa degenerada necesidad de poseer una forma de escapar de este putrefacto mundo es tan ordinario que conozco a tantos que lo hacen y hasta cierto punto dejo de ser fascinante, cada segundo es irritante, y por si no fuera poco, el conseguirlo depende no solo del deseo si no de ese infame método que ha sobrevivido a lo largo de toda la historia de la maldita humanidad, la economía, y a su virus mortal, el dinero.
Triste y maldita humanidad que si no muere de hambre, muere por su ambición, que si no pierde sentido, pierde la dignidad y si no sangra no es feliz. Y es así como muere cada intento de sorprenderme, mi ultima esperanza esta en las Artes, las corruptas y corrompidas artes, el ultimo reflejo donde la verdad y la realidad pueden reposar sin ser sometidas a juicios en venta, aunque, infortunadamente, las sucias manos de los humanos las han transformado en los estímulos perfectos para volver a su especie más estúpida, delirante, inconsciente, puramente desechable.
Humanidad que has perdido la razón, que sigues poniendo tu fe en pelear por que todo cambie, que intentas levantarte tras los golpes que los que te someten te atizan sin piedad, con pocos "valientes" que aún sienten la necesidad de salvarte, de buscarte alguna respuesta, de limpiar tu nombre, héroes tras computadoras, vengadores tras carteles y legiones de seguidores que han sido alimentados con una promesa incumplible, inocentes que desean sobrevivir al dedo que con una orden puede asesinarlos, masoquistas que abandonan la felicidad por querer ser un ejemplo, por querer demostrar su valía, egos insaciables que pernoctan pensando en la forma más sutil de huir de lo que les impide ser guerrilleros, soldados que gritan y caminan largos tramos de concreto y tierra proclamando la paz y aullando guerra. buscando igualdad y llamando cobardes a los que no se unen, llenando sus argumentos con muertos que lograron lo que todos, ser escuchados y seguidos por unos cuantos, y cuya victoria no perdurara para siempre. 
Vivir no es un concepto, ni una legislación obligatoria, las medidas de control que se han sugerido son no más que la única forma en que la humanidad logro contener su potencial, por ello quedo maldita, por ello es necesaria su extinción.
La Nueva Huida.

Sucedió de un instante a otro, impredecible, calculado en una dimensión ajena, a la cual pocos han atrevido a llegar y muchos rechazan cobarde mente, quizá solo fue un acto predeterminado, algo que debió suceder, un laberinto de dos principios. 

La lógica no tiene cabida cuando se regocija la locura, en ese momento, el elocuente no tiene más remedio que someterse a la bestia que le domina, sustraer de su universo lo posible y brindar a su ego la satisfacción que merece, navegar en los confines de una bahía putrefacta y desolada en la cual solo los mentirosos pueden enaltecerse con las frases más gastadas y formular en sus lagunas la irá, la desesperación y la auto compasión.

La extrangulante sensación de perderse por un instante en la búsqueda de respuestas que ponen en duda a las leyes naturales, a la física misma, donde las preguntas se resuelven con un "no es posible", mientras la burlona mirada de los que insensiblemente te hacen reconocer que el hecho es inmutable, la realidad es irremediable y la respuesta para seguir adelante es solo la que yace en lo más coherente hasta el momento.

Salir de ahí, huir de nuevo.